Día a día debido a tu dolor crónico tu estado de ánimo (como
por ejemplo tu tristeza) va mermando hasta que llega a instaurarse la temida
depresión.
A partir de la depresión se activan en cascada
diferentes partes del cerebro como:
- 1) La amígdala que es el órgano encargado del miedo (cualquier acción tu cerebro la valora como un peligro). Este órgano activa el hipotálamo.
- 2) El hipotálamo donde se gestiona el mecanismo de supervivencia, el miedo está presente y te bloquea para que no te muevas. Este órgano activa las glándulas suprarenales.
- 3) Las glándulas suprarrenal liberan cortisol, adrenalina y noradrenalina generando un exceso de estrés, un estrés negativo.
- 4) En el hipocampo hay un 20% menos de neuronas y menos neuronas se traduce a menos ideas, menos creatividad. Ya no piensas con la misma claridad que antes (debido a una disminución de la circulación cerebral) y es más fácil tomar decisiones equivocadas por temor.
A modo de resumen podemos afirmar que es un laberinto
difícil de salir si no conoces los modernos avances en neurobiología del dolor.
A más, es posible que la depresión debido al dolor crónico
se vea acrecentada por problemas personales, laborales, etc. No hay más que
recordar que según la OMS hay 350 millones de personas que la sufren y es la
segunda causa de discapacidad en el mundo. Una epidemia debido al estilo de
vida de hoy en día. Hay demasiado amor a la cultura de la inmediatez, al no
saber vivir el presente, responsabilidades que nos aplastan por no saber
gestionarlas, etc.
¿Cómo podemos salir de este infierno?
Es básico conocer el mecanismo del dolor (Neurobiología del
dolor) porque al mejorar tu dolor mejora tu depresión.
En los casos que haya también un problema personal puede ser
necesario la ayuda de un profesional sanitario (psicoterapia) pero que no sea demasiado
amigo de los fármacos a largo plazo, porque no son la solución. A más, te
propongo tratarla también de forma natural.
El cerebro produce un neurotransmisor denominado serotonina que
en caso de depresión está bajo mínimos, ¿cómo podemos aumentar su producción?
13 consejos que te pueden servir de ayuda:
1) Aumenta la ingesta de alimentos ricos en omega
3 como por ejemplo el pescado azul (salmón, sardinas, etc), las
semillas de chía o de lino, y los frutos secos. Se ha demostrado que disminuye
los efectos de la depresión.
2) Tomar magnesio es eficaz contra la depresión. Es habitual
una carencia de este mineral debido a la ingesta de comida basura. No te
olvides de un aporte de vitamina B para su absorción que puedes encontrar en:
las verduras de hoja verde, huevos, avena o pescado.
3) El chocolate negro (pequeñas cantidades) por
su bajo contenido de grasa, estimula la producción de serotonina y endorfinas
que mejoran nuestro estado de ánimo. Por ello se le conoce como el
antidepresivo natural.
4) Huye del consumo de azúcar refinado, son calorías
desnudas que no ayudan en mejorar tu estado anímico.
5) Ni alcohol ni café: la cafeína ayuda a que aparezcan los
síntomas depresivos y el alcohol causa depresión.
6) Aumenta tu aporte de selenio que es un
antioxidante. Su déficit no es bueno para tu estado de ánimo. Consume ajos,
nueces del Brasil, hígado, ginseng, etc.
7 ) Toma SAMe: un suplemento dietético igual de eficaz que
los medicamentos antidepresivos como los tricíclicos.
8) Haz ejercicio aeróbicos al aire libre siempre que puedas.
9) Tomar cúrcuma porque es una especie efectiva para la
depresión.
10) Aprende a relajarte, vivimos la vida a mil por
hora. Repudia tu exceso de estrés. Deja tranquilo el futuro, no pienses
demasiado en él porque ya vendrá.
11) La falta de descanso afecta a tus emociones. Has de dormir
dependiendo de tus ritmos biológicos.
12) Rodéate de gente positiva para divertirte, distráete y
sobretodo, huye de la gente negativa porque no te aportan nada. No te aísles,
no te olvides de la gente que te quiere y también intenta ayudar a otras personas.
13) Cambia tu manera de pensar, tu mente simbólica se fija
más en el vaso medio vacío. Haz lo contrario, haz un giro de 180º. Si no
cambias, nada va a cambiar. Tienes capacidades de sobras, recursos dormidos que
ni te imaginas para superar cualquier situación personal. Créetelo, no te
engaño. La neurociencia nos lo demuestra día a día. Despiértate. No te rindas,
ten paciencia y esfuérzate. El tiempo está de tu parte.
Te aconsejo que te hagas seguidor de mi página de fans de Facebook
ya que te servirá como refuerzo terapeútico.
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