¿Sabías que no estás ni acostumbrado ni diseñado para soportar temperaturas muy bajas? Por norma y comparado con otros animales, nuestro pelo es escaso y no tenemos suficiente grasa. Los animales que habitan en el Ártico poseen muchas reservas de grasa (hasta de varios centímetros) y cuantioso pelo que retiene el calor cerca del cuerpo. La grasa no transfiere bien el calor y así se conserva en el cuerpo. Ahora bien, hay tribus como por ejemplo los inuits (ubicados en el norte de Rusia) o los nenets (ubicados en el ártico de Canadá) que se han acostumbrado a estas temperaturas tan extremas pero lo ideal sería distanciarse de estos entornos gélidos.
Si eres asiduo de mi blog ya sabes que el objetivo
principal del cerebro es perdurar, vivir a toda costa y voy a comentarte lo que
realiza para sobrevivir cuando está expuesto a fríos extremados. Piensa que
en estos ambientes tan rigurosos si quitásemos el agua hirviendo de una olla al minuto ya estaría congelada.
Tu cuerpo, guiado por tu cerebro inconsciente,
tiene diferentes instrumentos para elevar su temperatura y resguardarse del frío límite como por ejemplo:
- El castañear de tus dientes.
- El temblor de tu musculatura.
- Tus pelos se atiesan (por eso nuestros antepasados estaban cubiertos de pelo, eran una bola de pelo)
- La piel se te pone de gallina.
Aparte, en el cerebro tenemos el hipotálamo que
su función es parecida a la de un termostato que activa una serie de
reacciones con el objetivo de conservar el calor en nuestros órganos vitales
(pulmón, hígado,corazón, etc) hasta que puedas encontrar un
origen de calor si es posible.
El hipotálamo ha de conservar el calor a toda
costa para vivir aunque tenga que desatender otras zonas del cuerpo que no son
imprescindibles como por ejemplo las extremidades. En situaciones límite si se
ha de sacrificar estas partes del cuerpo, se sacrifican. Recuerda que la
función principal del cerebro es vivir. Puedes vivir sin un brazo o sólo con una
pierna pero no puedes vivir sin tucorazón.
El hipotálamo ordena suministrar sangre a los
órganos clave restringiendo el aporte sanguíneo de tus extremidades y por
eso, sientes como un hormigueo en los dedos de los pies y de las manos
cuando hace mucho frío.
Tu cerebro ya ha accionado el sistema de supervivencia para
evitar males mayores. Es un cerebro temeroso y cauteloso. Estaríamos en la
similar situación que pasa con tu dichoso dolor crónico de espalda. Tu cerebro
cree que cuando te muevas habrá un riesgo de lesión y para impedir que lo hagas
proyecta un dolor en tu columna. Te dejo un enlace de recordatorio > http://goo.gl/ZnuGT6
Al disminuir radicalmente la cantidad de sangre en estas
zonas del cuerpo que no son imprescindibles puedes tener una congelación
siempre y cuando el frío perdure. Una congelación en los casos más
radicales puede llevar a la amputación del miembro afecto.
Pero, aunque sea grave una amputación es un mal menor si se
compara con morirte de frío y probablemente si este fuera el caso tu dolor no
sería tan importante como inicialmente podrías pensar, ¿quieres saber por qué
razón? Recuerda que el dolor es contexto y si lo comparas con morirte, la
amputación de tu brazo para ti no sería tan importante ya que has salvado la
vida y tu dolor sería menor que si hubieras sufrido una amputación por un
accidente doméstico.
Espero que te sirva de ejemplo para comprender la
eficacia que tiene tu cerebro inconsciente (redes neuronales) en cada una de
las actividades que haces diariamente. No te das cuenta pero eres una marioneta del
cerebro inconsciente.
El cerebro inconsciente es el que toma la mayor parte
de tus decisiones. No pienses que todas las decisiones que toma son las
correctas como por ejemplo pasa en el dolor crónico de espalda y por contra, en el
ejemplo anterior si que sería una decisión acertada.
Para finalizar te aconsejo que te hagas seguidor de mi
página de fans de Facebook ya que te servirá como refuerzo
terapeútico. Aquí tienes el link. > Centre
Mézières Miró
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